El consentimiento informado es el proceso mediante el cual el profesional debe explicarte claramente en qué consiste tu tratamiento, por qué se recomienda, qué riesgos y beneficios tiene, y si existen otras opciones.
Después de conversar y aclarar tus dudas, tú o tu representante legal pueden decidir si aceptas o no someterse a ese procedimiento. En general este consentimiento es verbal, pero si se trata de un procedimiento invasivo o de alto riesgo, también se pide que firmes un documento para dejar constancia de que entendiste la información y estás de acuerdo o rechazas tratamiento.
Ten en cuenta que, en situaciones especiales, como emergencias vitales o riesgos para la salud pública, el equipo médico puede tomar decisiones sin este consentimiento.